sábado, 8 de febrero de 2014

Preciosa



Eres preciosa.
Eres preciosa por dentro y por fuera. Eso es interesante.
Y si no fueras preciosa por fuera, estaría perdidamente enamorado de ti.
Porque es tu alma la que me enloquece. Pero no quiero parecer un ser humano común y corriente que se enamora por el envase. Pero qué importa. Eres preciosa.
Eres preciosa porque tu alma es preciosa. Tu espíritu tiene una energía impresionante, algo que me deja como un ave ciega que vuela contra el viento.




Eres una mujer fuerte, que muestra lo digna que es. Que lucha por sus derechos. Que trata de mostrarle a la humanidad que, aunque el prejuicio tonto de la gente diga lo contrario, es importante en este planeta.
Y sí que eres importante, porque aunque no lo sepas (o no quieras creerlo), eres un pilar fundamental para muchas personas.

Eres preciosa. Me haces volar, me haces sentir como un niño perdido al que se le ha tendido la mano para tranquilizarlo. No encuentro una forma sencilla de explicar el efecto que produces en mí. Eres una mujer que me impresiona, porque sabes como mandar en este mundo, sabes como hacerle frente a una sociedad hostil con la frente en alto, aunque todos estén en tu contra.
Y es que todos están en tu contra, porque te envidian. Eres demasiado preciosa. Eres una joya.

Te admiro mucho, he aprendido muchísimo contigo porque me has enseñado muchas cosas con una entrega y dedicación impresionantes. Me has enseñado a ser fuerte, a ser libre, a no tenerle miedo a mi entorno. Me has preparado para la vida sin tener ningún lazo familiar, y sin ningún compromiso.

Ojalá no fueras tan preciosa por fuera, para poder mostrarle al mundo cuánto quisiera estar contigo sin que el mundo piense que lo hago porque eres preciosa por fuera.

Ojalá no me hicieras sentir así. De todos modos, ¿cómo un niño enamorado ha de competir con un hombre hecho y derecho, firme, recto, directo, inteligente, guapo, galán, valiente y sobre todo que está dispuesto a todo por estar contigo?

Pero claro, cualquier hombre con esas características pasaría por alto lo preciosa que eres por dentro. Ningún hombre que te mire por como eres por dentro se sentiría como un hombre. Cualquiera se sentiría como un niño extraviado en un supermercado.

Ojalá no fueras tan preciosa por fuera.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario