(31 de diciembre de 2012)
En mi hogar han pasado
treinta y ocho gatos
treinta y ocho pintados
rayados, coloreados
Qué daría por ser creyente
e imaginar que existe un paraíso
donde me pueda
reencontrar con todos ellos:
machos y hembras
pequeñas o viejos
cansados o locas.
Y volver a acariciarlos,
sentir su pelo
duro o suelto
peinado o amotado.
Tirarme al piso
y que todos se amontonen
encima de mi corazón
reseco por la nostalgia
y ver sus colitas de gato
colitas de gato
colitas de gato
colitas de gato
colitas de gato
como antenas repetidoras
sus largas colas
serpenteantes
serpenteantes
serpenteantes
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